martes, 8 de abril de 2008

¿Crisis que crisis?

Por Vicente Saucedo. Que hace posible la redacción de este artículo a su doble experiencia como tutor del área de marketing en la escuela de negocios IDE-CESEM de Madrid y su función como consultor en empresas aportando su asesoramiento en el desarrollo de negocios.


Recibía estos días el encargo de redactar un artículo sobre empresarios y no pude menos que leer la primera revista de esta estupenda iniciativa de ESCYO y por menos que atendiendo al escrito de su director, donde recaba la definición de empresa que había tenido en sus manos “acción dificultosa que se comienza con valor”, nunca hubo una definición mas real y menos empleada académicamente.


Me dije a mi mismo tengo que recogerla en mi clase maestra, si no es valor el que demuestran nuestros empresarios, nuestras pequeñas empresas y micropymes que conforman realmente la masa que genera empleo y economía constante en nuestro país, clave en momentos como este de incertidumbre económica, social y empresarial.


Uno de estas tardes compartíamos debate con empresarios en Madrid sobre la gestión de la incertidumbre en las aulas de la escuela de negocios de Ide-Cesem y evidentemente no mas oportuna la clase maestra pretendida es la gestión de la incertidumbre. Y claro, en estos momentos es obligado obedecer a las pretendidas reflexiones vertidas por los autores de la obra de estrategias de océanos azules.


Todo comienza cuando les comento lo dicho por un empresario de una micropyme con intereses y negocios relacionados con la vivienda, con la construcción y con la obra en general y como aplica esa estrategia tan difundida hoy por autores internacionales. La diferenciación. Ya, innovar e invertir , más en crisis…


¡Que aventura hoy!: Y más si la respondo mediante una carta ante sus dudas planteadas en un foro de empresarios donde demandan soluciones inmediatas a sus problemas de negocio.


Claro profesor muy interesante lo que comenta ¿Pero que es eso de océanos y soluciones a las empresas?


Te lo voy a contar, en breves palabras aunque claro te regalo en mi próximo viaje a Andalucía el libro que más me impactó: obra de los autores Chan Kim y Reneé Mauborgne, donde nos indica como crearse un mercado sin rivales, y hacer que la competencia sea irrelevante “La estrategia del océano azul”

Chan Kim es actualmente profesor de Estrategia y Gestión Internacional en INSEAD, en Fontainebleau, Francia, tras haber enseñado con anterioridad en la Escuela de Negocios de la Universidad de Michigan. Es autor de un gran número de artículos habitualmente publicados en Financial Times, The Wall Street Journal y The New York Times. Es además fundador del Value Innovation Network. Y su colaboradora en el libro es Renée Mauborgne que es profesora de Estrategia y Management en INSEAD, además de miembro de la junta rectora del World Economic Forum.


Claro en todo momento de escenarios competitivos, y sobre todo ahora cuando los mercados se achican y es mas difícil poder sobresalir, donde la diferencia se vuelve más agresiva ¿Qué hacer?.


Pues a diferencia de lo que comúnmente se supone, la mejor estrategia para sacar del juego a la competencia no es competir directamente con esta, sino, por el contrario, dejar de competir.


Así pues, en vez de tratar de superar a la competencia con el fin de obtener una porción de un mercado existente (“océano rojo”), lo mejor es buscar un “océano azul”, es decir, un mercado virgen que nadie haya tocado y que tenga el potencial de crecer. En los océanos rojos, la competencia pone las reglas; en los océanos azules, la competencia se vuelve irrelevante.


Por ello veo como tú, Ismael, en lugar de seguir compitiendo con las metalisterías, las ventanas y todos los soportes cercanos a las obras y construcciones en general, has innovado esas contraventanas graduables donde la seguridad y sin embargo la estética pueden hacer convivir un espacio de mercado independiente de lo existente.


¿O no has creado tu propio océano azul? Bueno con humor, aún no podemos llamarlo océano, ni siquiera azul, ya que todavía es un río, bueno un afluente, ya que estas muy cerca del rió Guadaíra que como afluente del Guadalquivir, ya llegará al Océano Atlántico.

¡Haz que tu innovación lo purifique más azul que rojo o contaminado como lo hace hoy la situación!


Bueno muy interesante en la teoría y seguro que, si usted lo dice aplicable, ¿Pero como hacerlo?


Muy sencillo estimado Ismael, le voy a escribir una pequeña carta con mis reflexiones sobre la incertidumbre de hoy vs. Innovación emprendedora:

Carta a un empresario amigo:

Hoy me dirijo en primera persona a un emprendedor y empresario de nuestra apreciada Andalucía, en una ciudad regada por el río Guadaíra que busca rápidamente su encuentro con el Guadalquivir y donde siguiendo el dicho que uno tiene que fluir para influir, con ello amigo tu fluidez creadora e innovadora te ha permitido que puedas luchar contra la incertidumbre mediante la innovación.

Apoyándome en Borges, amigo emprendedor: “No puedo darte soluciones para todos los problemas de tu negocio, ni tengo respuestas para tus dudas o temores; pero puedo escucharte y buscarlas junto contigo…No puedo trazarte límites dentro de los cuales debes actuar; pero sí te ofrezco el espacio necesario para crecer…
Todos sabemos que hoy en día, para triunfar en los negocios e incluso en una gran mayoría para sobrevivir, debemos saber gestionar en la incertidumbre y esto nos debe llevar a considerar el concepto de cual y que es una toma de decisiones efectiva.
Vivimos momentos de cambios, cada vez más rápidos, y no basta con tener una idea brillante y novedosa para conseguir el éxito empresarial, ya se dijo que toda idea buena no es un buen negocio necesariamente aunque evidentemente todo negocio debe basarse en una buena idea. Antes hay que conocer y dominar en previsión de cualquier fracaso los siguientes parámetros:
1. Tener elaborado un buen plan de negocio.
2. Tener la suficiente información del mercado.
3. Ser realista en cuanto a la disponibilidad de recursos y de capacidades.
4. Haber previsto y preparado las posibles contingencias.
5. Tener y desarrollar continuamente la capacidad de innovación.
Aunque una innovación siempre permitirá adelantar a los competidores y generar beneficios contribuyendo al crecimiento de la economía, siempre será una actividad arriesgada que nos debe merecer apoyo y protección desde todos los campos posibles. Siempre hemos manifestado que la historia suelen escribirla los que ganan y, por eso, en la historia de las empresas es recurrente contar los casos de éxito y no hemos entendido porque silenciar los fracasos. Si nos fijáramos en la innovación de las industrias farmacéuticas solo el 2% de los proyectos completan el trayecto desde el laboratorio a la cama del enfermo.
Así amigo de esas tierras andaluzas regadas por el Guadaíra que desde tu taller, desde tu laboratorio de ideas y con tus metales fraguas esas contraventanas que protegen hogares y oficinas, constituyes un ejemplo del espíritu emprendedor empresario en momentos de incertidumbre que cumples con la doble faceta: la de la percepción del modo de atender a una necesidad insatisfecha en la seguridad y por otro lado la valentía de afrontar la posibilidad de no cumplir la rentabilidad inicial con las perdidas que ello supone. Ya que ideas prácticas como esta y a la vez innovadoras generan siempre una ventaja competitiva limitada en el tiempo. Ya que aun siendo innovaciones patentables, siempre está el riesgo de que las copias no autorizadas se lleven una parte demarcado de modo casi impune. Gracias Ismael, ya sabes que la innovación siempre va más allá de encontrar aplicaciones de algo que pueda cambiar la vida de la humanidad. Cualquier alteración de una de las características de un producto como es una contraventana, será siempre valorada positivamente por los consumidores y usuarios.
Por todo ello en estos casos de innovación además del valor económico, debemos de reconocerle el valor personal a este emprendedor al asumir el riesgo y su valor social al mejorar las opciones de nuestra calidad de vida. Gracias a todos los que como Ismael, que siempre hemos mantenido que innovar es sinónimo de perseverar y nuestro apreciado refranero nos dice que el que la sigue la consigue. Así ante la incertidumbre de hoy tenemos innovadores que toman decisiones efectivas siguiendo la doctrina que en los años 60 nos indicó Peter Drucker: “Una decisión efectiva es el resultado de un proceso sistemático, compuesto de elementos claramente definidos y escalonado en una secuencia de etapas bien determinadas”…
Así el empresario de su ciudad regada por el río Guadaíra que pronto verterá sus aguas, como sus innovaciones en el mercado, ojala como esta agua algún día recuperadas para el disfrute de sus habitantes, debe contestar con su frase que ha empleado y le ha resultado: “O sale bien, o reventamos pero hacia arriba”. Y que demuestra el optimismo que debe caracterizar a todo emprendedor.
Ya que la lección final no la da el profesor sino el gran sentido común de un emprendedor…

Así responde a la carta el empresario Ismael:
Ahora lo entiendo profesor Saucedo, “innovar y emprender no solo debe ser una salida en momentos de incertidumbre o de crisis, sino que es la única opción de vida empresarial”
Así le respondo: efectivamente como decía la enseñanza del Colegio Gaztelueta de Bilbao y que un día pude recabar como enseñanza “Tú eres capaz, pues hazlo”. Es la hora de la toma de decisiones y sin mirar atrás.
Pero en definitiva el resolver estas situaciones de crisis requiere un carácter especial ¿no es así profesor?
Claro amigo Ismael, para mí no debe ser un don especial el que tenéis los emprendedores, los que sois capaces de navegar contracorriente. Sino, y a pesar de comentarios que recibís de finalizar cada cosa, de dejar de crear, ... Si de tener paciencia y pasión por el trabajo que se hace cada día.
Así de claro y simple,
Ánimo y adelante empresario de pequeña empresa que fraguas el auténtico tejido empresarial de este país.

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